sábado, 22 de febrero de 2014

NOTAS ICONOCLASTAS… III


A continuación algunas reflexiones desordenadas de un Núcleo de Esclavos Modernos Encolerizados sobre la vida cotidiana impuesta por el histórico sistema capitalista de producción.[1]


Noche de sábado de verano en Lima. Tenemos un pequeño espacio para “respirar”, para encontrarnos unos cuantos, para conversar, para expresar nuestro malestar y cansancio diario; algunos por el tedio de la rutina en el trabajo y otros por no tenerlo, y estar jodidos porque toda nuestra vida gira entorno a esta imposición. El trabajo mata, eso ya lo sabemos, el trabajo te aliena, te mecaniza, el trabajo es humillante… a veces pareciera lo peor de este mundo... (peor que las guerras, que el hambre, que la congestión vehicular, que las colas, que las estupideces que pasan en la tv, que un orgasmo incompleto…) inclusive se nos viene a la mente frases de la película Martín Hache, donde uno de los personajes menciona:
El trabajo es detestable, un castigo que hay que evitar como sea, no hay nada más humillante que trabajar 10 horas por día en algo que no soportas para sobrevivir, eso de que el que no trabaja no come o que ganarás el pan con el sudor de tu frente es un invento  para tener esclavos, porque sin esclavos el poder no tiene poder.”  

En fin, afirmaciones que cualquier radical revolucionario lo sabe y lo asume como parte de su consciencia real. Pero mientras conversamos, mientras tratamos de escapar a esta realidad y enfrentarla al unísono, salen disparadas por nuestras lenguas las “noticias” más resaltantes de la semana… la gente en las calles de Ucrania, las protestas en Tailandia o lo más cercano a nosotros, a nivel geográfico claro.. lo de Venezuela, oh! Claro sin olvidar aquí la huelga de enfermeros y las protestas de campesinos en Cajamarca (sierra peruana).

En Kiev (Ucrania) los esclavos modernos han demostrado lo que somos capaces de hacer cuando perdemos el miedo, cuando nuestras conversaciones trascienden al espectáculo ideológico y sensacionalista y se basan en nosotros mismos. La gente en Ucrania hace que el corazón palpite, sabemos claramente que muchos hermanos están guiados por la izquierda, por la derecha, por el centro, por arriba, por abajo o como se llamen a esos malditos justificadores del sistema… pero qué se ha perdido el miedo nadie lo puede negar… aunque muchas de esas acciones, por no decir la mayoría, terminen en reformismo, o sea en cambiar solo algunos aspectos políticos y no totales/integrales/vitales... son acciones que contribuyen a que nosotros desde “el culo del mundo” podamos sentirnos vivos y ver qué posibilidad tenemos, qué esperanzas hay concretas y directas y a los que están ahí (luchando directamente)… pues experiencia, se llenan de vitalidad, el haber agarrado una molotov, el haber respirado los gases lacrimógenos, el haber sido llevados a los centros de reclusión, el haber compartido una barricada… eso los hace más fuertes, más decididos y combativos para este futuro nuevo que estamos construyendo a diario.

¿Y en Venezuela? Grupos de políticos peleándose por el control del Estado, cada cual defendiendo a su grupo capitalista favorito, gente en la calle llevada por dos cuestiones claras: el hartazgo de la vida: salario, trabajo, consumo, diversión pagada, descanso controlado por el despertador, dictadura del calendario, y claro… por el condicionamiento ideológico que hace meya en las consciencias de nuestros hermanos allá… lo cierto es que en Venezuela no hay una protesta que busca abolir la vida bajo las cadenas del capital, de la muerte, del control, de las jerarquías… En Venezuela hay gente en la calle con rabia, no saben bien porque o si lo saben (como espectáculo) siguen engañados defendiendo posiciones políticas que solo reforman el Estado en sentido legislativo, jurídico y de más mierda que se crea para mantener en pie las estructuras del capital.

Aquí, en Cajamarca, la gente trata de bloquear el avance capitalista expresado en la contaminación de las mineras, la destrucción de la geografía natural para construir carreteras por encima de cerros, de arboles, y lo que se encuentre en el camino (sálvense quién pueda). El capital minero no respeta nada ni a su propia madre, viola los derechos que el mismo Estado otorga, rompe la mano, corrompe; el oro lo vale, el petróleo lo vale, las materias primas lo valen.. y la gente y su cultura y su idioma (no somos latinoamericanistas – aclarando) pero nos preguntamos y eso… no se habla de la multiculturalidad, de un gobierno que se abre a las necesidad de todos los individuos y grupos culturales? Jaja bueno ya sabemos cómo termina todo ello.

--- Está bien, pero aquí hace falta aclarar que nos confunden e imponen con sus farsas, que el espectáculo que muestran en sus medios nos adormecen y a pesar de que su mentira es tan descarada, nos convencen de que tenemos identidades, y debemos defender su propia mentira, su propia contradicción, nos dicen que ellos nos defienden, pero si los criticamos en las calles, nos golpean, nos ocultan, nos encierran. Ellos son la farsa y nosotros con nuestra lucha somos el futuro y el porvenir de quienes no soportamos más vivir de toda esta miseria ---

Mientras debatimos al compas del hardcore punk, mientras se arma uno de valor para continuar resistiendo, actuando, viviendo, luchando, amando, sonriendo, hablamos también de experiencias de nosotros, de ustedes, ¿y nuestra historia?, ¿y los compañeros de las Brigadas de la Cólera por allá en Europa…?, ¿y sus ataques, sus pronunciamos, su contribución a la lucha…? Lima apesta viejo, todo está muerto, aquí no se sabe bien quién es quién y lo más cercano (para los más radicales) a la revolución es el buen “Che Guevara” o en algunos casos Sendero Luminoso… en fin, para los que quieran saber hay harta información bibliográfica en la web y por ahí en las universidades, así que vayan nomás y quemen sus textos por nosotros.


Para terminar, aquí seguimos, vivos, respirando, no de este aire que sabe a contaminación sino de la lucha, de las acciones inmediatas y a las históricas, de nuestras expropiaciones de vida diarias y de nuestra lucha masiva como parte de la clase que tiene en su mismo origen y ser, la posibilidad de abolir este mundo de mierda.. el proletariado, la clase trabajadora, los esclavos modernos, nosotros, los que tenemos que alimentar las billeteras y cuentas bancarias a los burgueses del mundo entero… Estamos hartos, cansados, pero más aun convencidos de que es preferible morir luchando que vivir como esclavos del poder y del dinero.

 --- Antes de de terminar, quería agregar que el sábado siempre y en todo lugar en donde este calendario ha sido establecido, es un día simbólico para escapar a lo “rutinario” cayendo en buscar “disfrutar del fin de semana”, intentando escapar del resto de la semana en el que estamos obligados a continuar con lo dictaminado por las responsabilidades y el orden, o estudiar o trabajar, lo demás son “hobbies” u otras actividades que a pocos le interesa. Todo esta tan deformado ideológicamente, que incluso los fines de semana, los “hobbies” y los tiempos de ocio están ya ocupados por todo lo que nos imponen, lo único que hacemos es devolverle a otros empresarios el dinero que “ganamos” con el sudor de nuestra frente o el esfuerzo de nuestra humanidad, reproducimos una vida que ellos mismo nos brindan: beber, bailar, Besar, tener sexo, charlar, fumar, ver una película, comer en algún restaurante o hacer todo lo que “queramos” con dinero; está permitido incluso aquello que ellos mismo ocultan como la prostitución o las drogas. Estamos entrampados en una vida que solo ellos nos muestran y nos demuestran desde que nacemos. Como bien dicen nuestros compas de “Angry Brigade”, “si no estás ocupado naciendo, estás ocupado consumiendo”. En fin… seguimos construyendo el camino mientras andamos… ----
Lima, 22 de febrero de 2014
Contacto: comitedeurgencia@gmail.com



[1] Cansados, jodidos y principalmente dispuestos a morir antes de seguir siendo esclavos, hemos redactado líneas sueltas esperando sirva como inicio para la reflexión sobre nuestra situación de esclavitud asalariada y principalmente sirva como contribución al ataque real anticapitalista.